Vestimenta de la mujer trabajadora durante la II Guerra Mundial
A comienzos de los años ´40 un mar de lágrimas inundaba Europa, se había declarado la Segunda Guerra Mundial. Como los hombres iban a la guerra, las mujeres debían ocupar sus lugares en la industria y el comercio. Durante el conflicto militar (1939-1945), la apariencia dejó de tener tanta importancia y fue reemplazada por la necesidad de la utilidad.
Dada la repentina introducción de la mujer al mundo laboral, la ropa dejó de ser femenina y se introdujeron prendas accesibles y prácticas como el pantalón y el mono.
Los accesorios brillantes fueron reemplazados por máscaras de gas y se prohibieron enormes cantidades de materiales. Los bolsos pequeños fueron remplazados por bolsas de asa larga que cruzaban el cuerpo y permitían mayor movilidad. A falta de hule y piel, las suelas de los zapatos eran de madera o corcho.
Cartel feminista durante la 2ª Guerra Mundial
Fuente: Pinterest
Fuente: Getty
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Uniformes 2ªGuerra Mundial
Fuente: Entretanto Magazine
Al término de la Segunda Guerra Mundial, la industria de la moda en Francia estaba casi obsoleta, todo el material y el dinero habían desaparecido. Esto mismo sucedió en Londres, ya que todo lo destinado a la industria había sido desviada para producciones internacionales y las fuerzas militares.
Vestidos de moda en la 2ª Guerra Mundial
Fuente: Entretanto Magazine
La moda había dejado de ser glamurosa y en su lugar había aparecido una tendencia monótona de atuendos austeros y controlados por el gobierno. La moda sirvió en ese tiempo como una guía que formó a la mujer de futuras generaciones en temas económicos y psicológicos. El mundo modista sirvió como la forma perfecta de escapar de la pesadilla que vivían y como la inspiración que se necesitaba para seguir luchando.
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Hoy, los llamados enterizos o ‘jumpsuits‘ están en auge, pero durante la Segunda Guerra Mundial fueron más que una tendencia. Eran llamados ‘siren suits‘ y permitían cambiarse rápido en caso de una emergencia.. era un modelo que uno podía ponerse rápidamente, encima del pijama incluso, en caso de tener que salir corriendo a un refugio antiaéreo.
Las hombreras y cinturones aportaban el toque sofisticado al modelo de una pieza, que el propio Churchill lucía, en su caso, hecho a medida. Algunos de ellos tenían un panel abajo para que fuera sencillo ir al baño si la ocasión así lo requería.
Debido a que los hombres estaban combatiendo en la guerra, muchas mujeres debieron reemplazarlos en trabajos industriales. Los turbantes y pañuelos en la cabeza eran un gran forma de mantener el pelo a raya durante el trabajo, así como de dar un poco de color y sello personal a los atuendos.
Los diseñadores tuvieron que ser ingeniosos al tener sólo materiales como paja, periódico y lentejuelas para decorar sus diseños de vestidos de noche. El estilo práctico y la representación patriótica, una similitud entre las prendas de las mujeres y los uniformes de los soldados, eran lo único que importaba en sus creaciones. se buscaba crear prendas sencillas.
La moda dejó de ser una forma de representar un estatus específico y pasó a ser la manera ideal de expresar los sentimientos y la lealtad de las mujeres a la causa de la guerra, por lo mismo, su compromiso en participar de esta forma era necesaria.
Los diseñadores estaban forzados a eliminar bolsillos extras, dobles pecheras y debían reducir el ancho y largo de las faldas. Esto produjo una nueva apariencia en la mujer. Se acortaron las faldas y los vestidos se hicieron más estrechos combinados con chaquetas cortas. Los largos vestidos de noche dieron paso a vestidos que cubrían apenas por debajo de la rodilla.